
Intente dejar mi mente en blanco, por unos momentos, y no he podido. No recuerdo haber tenido nunca la mente en blanco. Siempre tan llena de tantas cosas, que soy incapaz de alcanzar a saber de algún momento en que estuviese desocupada. Y necesito despejarla. Vaciarla. Dejarla en blanco. Se me agolpan las palabras para salir sin concierto. Vida. Muerte. Gente. Tu. Soledad. Amistad. Crecer. Volver. Amar. Rutina. Dolor. Piedad. Ayer. ¿y? Busco y encuentro mi mente llena de insignificancias, de cosas sin valor, acumuladas poco a poco. Viejo almacén al que no llega el polvo aunque todo lo que encuentro esté polvoriento.
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